sábado, 4 de diciembre de 2010

¿Qué hacer con una mascota deprimida?


Cada vez es menos raro que un perro acuda a la consulta del psicólogo. La imagen de nuestra mascota tumbada en un diván puede parecer cómica, y en realidad la psicología canina poco tiene que ver con esto.

Hay que tener en cuenta que los casos de depresión o ansiedad que pueden afectar a los animales de compañía están provocados, en la mayoría de casos, por su entorno más inmediato. Así, su recuperación dependerá, en gran parte, más de los amos que de los propios perros.


Nuestra mascota puede entristecerse, enfermar y estar deprimida por muchas razones: la llegada de un nuevo inquilino al hogar (un bebé u otra mascota); la pérdida de sus cachorros; y también la soledad o la falta de afecto por parte de sus amos. Son muchos los estímulos externos que marcan el estado de ánimo de los animales. Por eso es muy importante estar pendiente de su comportamiento habitual.


¿Tristes o aburridos?
Los perros, como las personas, pasan por altibajos en su estado de ánimo. Para saber si se trata de una situación pasajera o de una verdadera depresión, hay síntomas que hacen saltar la alarma: la excesiva pasividad, las alteraciones en el sueño, la somnolencia, la falta de apetito...

Otras veces la depresión se manifiesta con aullidos, actitudes violentas o incluso automutilaciones como lesionarse con lamidos excesivos. Hay que estar atento a cualquier cambio de hábito y exponerlo al etólogo, que es el especialista en comportamiento de los animales.

Él analizará la situación y te recomendará unas pautas a seguir para que el animal elimine o disminuya los signos de depresión. Recuerda que la curación no depende solo de la mascota: tu actitud ayudará a que pueda resolver su patología.


Los abandonos generan ansiedad
El 20% de los perros abandonados sufre una depresión. Cuando la enfermedad es muy severa los animales se sientan de cara a la pared y se niegan a comer, incluso a veces deben ser alimentados con una sonda gástrica.

El porcentaje de curación es alto aunque los casos más difíciles son los abandonados por los herederos de un dueño fallecido: el animal detecta que el amo ha muerto y no espera que nadie vaya a buscarlo. Además, muchos de los que han sido abandonados han pasado antes por episodios de malos tratos y esas situaciones agravan el estado del animal, que puede tardar más en recuperarse.


Medicina alternativa en el veterinario
El uso de la homeopatía veterinaria va ganando terreno y, aunque no es una terapia nueva (se aplicó por primera vez en animales hace 200 años) muchas personas optan ahora por ella. Puede ser útil en las mascotas para tratar afecciones en la piel, parálisis y problemas de comportamiento como agresividad, ansiedad o también celos.

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