sábado, 4 de diciembre de 2010

El poder terapéutico de las mascotas


Pueden proporcionar numerosos beneficios para la salud física y psicológica de los humanos. Por ello cada vez son más los centros que apuestan por la terapia asistida con animales.

Puede parecerte algo nuevo, pero los animales se utilizan para mejorar nuestra salud desde finales del siglo XVI. Interactuar con ellos estimula la secreción de dopamina y serotonina, las sustancias responsables de la sensación de bienestar.


Perros y gatos los más habituales
Sólo con acariciar a un perro o a un gato pueden disminuir los niveles de tensión, ansiedad y presión sanguínea.

Es importante observar que esta terapia no pretende sustituir a las tradicionales, pero sí es un buen complemento. Estas son sus principales virtudes:

  • Los mayores ganan autoestima y se sienten más útiles: Perros y gatos mitigan su soledad, favorecen el ejercicio físico al jugar con ellos o salir a pasear, propician el contacto social, combaten la depresión e incluso pueden ayudar a reducir la dosis de cierto tipo de fármacos (ansiolíticos, antidepresivos, antihipertensivos...).
  • Es muy útil en niños con trastornos de comportamiento: Logopedas, psicólogos y educadores participan en este tipo de programas, dirigidos a niños con problemas de autismo, hiperactividad, timidez patológica o trastornos derivados de los malos tratos. También se recomienda para personas con hipoacusias, minusvalías psíquicas y enfermos mentales.

Otros animales que pueden ayudar
Al margen de las mascotas, podemos encontrar terapias con:
Delfines: Este animal emite un sonido indetectable para el oído humano que, sin embargo, actúa estimulando el sistema nervioso del paciente a través de unas ondas llamadas alfa, que producen una gran sensación de bienestar. Se utiliza en niños autistas, con síndrome de Down y parálisis cerebral, así como en personas con depresión.

Loros: Muchos niños autistas han empezado a decir palabras que habían oído pronunciar a estas aves.

Animales de granja: Son muy útiles para vencer los miedos. Al conseguir calmar con caricias a un animal más asustadizo que el afectado, se gana confianza para controlar el propio temor.

Caballos: Gracias a los diferentes ritmos con los que caminan (paso, trote, galope) se incita el movimiento del paciente. Está especialmente recomendado para tratar la hemiplejía, la esclerosis múltiple o el parkinson.

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